Ataque de Pánico o Crisis de Ansiedad
Una persona que sufre un ataque de pánico experimenta una subida muy brusca de la ansiedad y nota síntomas muy intensos y desagradables como taquicardia, pinchazos, tensión u opresión en el pecho, mareo, inestabilidad, tensión muscular excesiva, rigidez, sensación de irrealidad o de estar flotando, oleadas de calor, pérdida de sensibilidad, debilidad o falta de aire.
Qué se teme
Ante estas sensaciones tan desagradables, la persona puede temer morir, tener un ataque al corazón, desmayarse, perder el control, volverse loca o asfixiarse.
Qué situaciones se evitan
Es muy común que las personas que sufren este tipo de problema, eviten situaciones que le resulten agorafóbicas como conducir, estar solo en casa, acudir a cines o centros comerciales, hacer colas, estar en sitios dónde hay mucha gente, o dónde hace mucho calor; la persona también puede evitar hacer deporte, o beber ciertas bebidas que contengan cafeína o alcohol.
Las personas que sufren de ataques de pánico pueden sufrir también depresión, obsesiones, ansiedad generalizada, o fobia social.
Blanco Psicología ayuda a afrontar y superar el pánico mediante técnicas de control y manejo de la ansiedad.