Una crisis de ansiedad consiste en una subida muy repentina y brusca de la ansiedad. El adolescente que está sufriendo una crisis de ansiedad se queja de síntomas muy intensos y desagradables como taquicardia, falta de aire, pinchazos, opresión en el pecho, calor o mareo. Ante estas sensaciones tan desagradables puede temer desmayarse, quedarse sin aire, tener un ataque al corazón, perder el control, volverse loco o morir.
Es muy común que ante estos temores tengan comportamientos de evitación o escape sobre las situaciones donde se manifiestan las crisis. Las crisis de ansiedad pueden aparecer ante un miedo, por ejemplo a los exámenes, a las intervenciones médicas, etc., y pueden provocar depresión y bajo rendimiento escolar en el adolescente.